


















Hacía falta un pequeño pabellón para recordar y guardar restos antiguos. El lugar era exiguo y dificil y exigió de ingenio para conseguir un acceso y una pequeña zona de reposo. La transformación destruye parte de la trasera de otra edificación, y corta a inglete un muro de mampostería. El interior, inaccesible, está construido en ladrillo y mármol.