

















Una de las primeras torres construidas en la zona sur de Valencia necesitaba una profunda rehabilitación. Construida en 1965 por el arquitecto Filiberto Crespo, pertenece a un conjunto de precoces rascacielos rodeados de marjal por un lado y de mar por el otro. La ingeniosa forma del edificio permite que todos los apartamentos se asomen al mar. El paso de los años, las deficiencias constructivas y las nuevas formas de vida, exigían una rehabilitación profunda, que prácticamente ha rehecho toda la estructura perimetral del edificio.